La hoja de ruta que nos hemos marcado desde UGT, se dirige hacia un nuevo modelo económico y social en España basado en la igualdad. Es necesario por tanto realizar cambios estructurales en el mercado de trabajo alejándonos del sistema productivo anterior a la crisis económica de 2007, en el que no se había conseguido un reparto equitativo del empleo. La devaluación de los salarios no permite un crecimiento económico y por tanto no se genera empleo. La reducción en gasto social genera pobreza y desigualdad, el desmantelamiento del incipiente Estado de Bienestar que hemos conocido, y que ha afectado de manera importante a los cuidados y atención de personas, a la sanidad y a la educación, ha destruido empleo y ha bloqueado el acceso a estos bienes, a los que menos tienen en su mayoría mujeres.

La mayor precarización laboral es inversamente proporcional al gasto en bienes de consumo. Ya la inversa el incremento salarial de las mujeres evitaría o haría desaparecer los altos índices de pobreza de nuestro país.

Partimos de un análisis de la situación actual que resalta que la conjunción de brusco ajuste del déficit e intensa devaluación salarial ha demostrado su ineficacia para sacarnos de la crisis mientras que ha provocado un fuerte aumento del desempleo y, sobre todo, de las desigualdades económicas y sociales, del incremento de la pobreza y del riesgo de exclusión social que resultan inaceptables. España es, a día de hoy, el país líder de la UE en desigualdad económica, y ha visto como penosos fenómenos sociales que creíamos desterrados para siempre en su plasmación más generalizada, como la pobreza infantil, han cobrado fuerza y encendido justificadas luces de alarma.

UGT ha elaborado un informe sobre desigualdades económicas y retributivas: “El empleo no impide el empobrecimiento de las mujeres". Puedes leerlo entero pinchando aquí.