La Unión Europea ha elaborado un informe sobre el fraude fiscal en el IVA, del que se desprende que los Estados de la Unión dejan de ingresar casi 200.000 millones de euros al año por este impuesto. 

Con respecto a España, el estudio indica que entre 2008 y 2011 se han perdido 65.000 millones de euros, unos 15.900 millones anuales, los cuales no sólo representan el 1,4% del PIB, sino también el importe del primer gran recorte que sufrimos a causa de esta crisis haya por el año 2010, o la cantidad que el año pasado se les recortó a las Comunidades Autónomas (responsables del gasto en educación y sanidad). 

Algirdas Semeta, comisario de Fiscalidad ha declarado “la cantidad de IVA que está escapando de la red es inaceptable, particularmente teniendo en cuenta el impacto que estas sumas podrían tener impulsando las finanzas públicas”. Desde UGT no podemos estar más de acuerdo, de hecho, desde hace tiempo que esta es una de nuestras principales reivindicaciones, pues entendemos que el problema del déficit no son los gastos públicos, sino los ingresos, y que la solución está en luchar contra el fraude y no en subir los impuestos a quienes siempre pagan. 

De hecho el estudio indica, que las subidas en el tipo de gravamen del IVA no han supuesto un aumento de los ingresos en la misma medida que el incremento en el tributo, porque los incentivos para no abonarlo si se incrementan conforme a la subida del impuesto. 

No olvidemos, que el Impuestos sobre el Valor Añadido recae sobre los consumidores finales, y que en gran medida el fraude en el mismo, supone que los ciudadanos efectivamente lo pagan, mientras que son los empresarios quienes no lo ingresan en las arcas públicas, por lo que entendemos se produce un doble fraude, primero al ciudadano que lo pago, y segundo a todos los contribuyentes. 

Desde UGT no podemos estar de acuerdo con las recomendaciones de la Comisión Europea de que los países hagan desaparecer los tipos reducidos de IVA, ni con la disposición del Gobierno de España de sacar productos de los tipos reducidos y pasarlos al general. Pues el propio estudio ha demostrado que subir el impuesto no implica un incremento igual en los ingresos públicos. 

Seguiremos insistiendo en que la lucha contra fraude es el mejor camino para acabar con el déficit público, mantener el Estado del Bienestar, y no dar excusas a los gobernantes para que sigan recortando derechos laborales.